El Laberinto recibió de nuevo a las y los caminantes del invierno, el tiempo de ir profundamente hacia el interior, encontrarse en esta especial experiencia compartida con otr@s buscadores, y renovarse en el calor de Tremonhue.
Caminamos el Laberinto en cada cambio de estación, para recordarnos que somos parte de la naturaleza, para recuperar el camino hacia nuestra sabiduría colectiva, la que nos lleva hacia la fuerza de cada una y uno.
Nos encontramos de nuevo en el Laberinto de Primavera, cuando el sol entibie el aire y llene la montaña de flores y brotes.